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El Futuro de la Experiencia

de Usuario 

#4.​ 

3-8 abril, 2023

                                                                                     CONVOCATORIA

El  asalto neo-liberal de nuestras sociedades a escala planetaria, coloca, a todas las regiones que no provienen originariamente de la tradición occidental, en una situación compleja. En estas circunstancias, Latinoamérica se encuentra en un escenario de alto riesgo para sostener no sólo sus mundos alternativos de tradición prehispánica, sino también su potencial para mantener, gestar o proponer formas que no respondan a los principios promovidos por el nuevo modelo hegemónico y el modo de vida que impone el liberalismo de mercado.


¿Qué significa suscribir una utopía en estos momentos? ¿Qué sentido tiene la elaboración o reelaboración de las utopías que ya tenemos? ¿Cómo se vincula nuestro horizonte utópico con la lucha social que interpela nuestras conciencias? ¿Cuáles son las vías para una transformación social efectiva? 

Tras la caída del muro de Berlín y de las torres gemelas, el proyecto social neoliberal que se propaga por el mundo desde, por lo menos, la década de los 70’s del siglo pasado, toma unos rasgos inéditos y una fuerza bélica novedosa en su expresión cotidiana.

Los países latinoamericanos desde sus originales búsquedas de independencia, se han visto envueltos en una espiral de violencia que pretende aniquilar las diferencias étnicas y sociales contenidas en su geografía y someterlas a la lógica moderna del capitalismo. Los Estados latinoamericanos en muchos períodos se han vuelto cómplices de esa pretensión. 

No obstante lo anterior, en el mundo cotidiano de la vida, las luchas por conservar distintas tradiciones ajenas a la lógica de la acumulación del capital y la emergencia de nuevas expresiones de vida alternativa no han cesado y han dejado ver, no sin intensos combates de diferente talante, su imposible sutura con el mundo hegemónico en los últimos años. De ahí que la lucha y la resistencia social hoy se enfrentan a novedosas formas de dominación, cuya característica primordial es la gestión y la administración de los problemas de fondo, es decir la dominación se ancla en la lógica del biopoder.

En su forma actual, el mundo imperial ha construido diferentes dispositivos de rasgos impolíticos que se han generalizado a toda forma ideológica, derivando en propuestas sociales que se corresponden perversamente con la promoción y fortalecimiento de sus valores: la racionalidad instrumental a la base de la idea de la productividad, la noción de sujeto y sociedad con sus correspondientes valores de democracia, tolerancia, multiculturalismo, consenso y diversidad. Todos ellos han adquirido arraigo en formas de institucionalizar y administrar la vida que, por cierto, han sido muy valoradas socialmente y se han convertido en caballos de Troya desde los que la colonización se vuelve aceptable. Educación, salud, democracia, economía, derecho, por ejemplo, son dimensiones que han sido copadas por las formas únicas del pensar liberal capitalista. 

En el pasado reciente, muchas luchas se han formulado para hacerle frente a ete nuevo orden. En este curso de acontecimientos, el alzamiento zapatista en 1994 reavivó y dio un giro importante a las maneras de enfrentar la hegemonía imperial. Hoy vale la pena retornar, en el tiempo y en la geografía de nuestras expectativas, a una reflexión crítica que nos permita interrogarnos sobre los destinos de lo que en un momento fue el llamado de que cada país, Latinoamérica entera, el mundo mismo, podían ser diferentes. Las luchas cotidianas de grupos e individuos que van transitando por la vida, con una permanente expectativa de que las cosas pueden ser distintas y que derivan en esfuerzos que pueden ser comprendidos como luchas por una sociabilidad distinta, bien pueden ser un referente para replantear los modos en los que se expresan estas batallas cotidianas por reconocernos, en la forma de nuestros esfuerzos y en las trincheras sociales desde las cuales participamos. Se trata de clarificar la esperanza que nos interpela y nos sostiene en lugares sociales, que consideramos los más convenientes para transformarnos y transformar el mundo que habitamos.

No se puede pasar por alto el hecho de que en la región entera coexisten utopías, luchas sociales y esperanzas diversas, en ellas militan y operan miles con afanes de transformación; pugnan por multiplicar su militancia, despliegan un imaginario que anticipa mundos distintos a los que hoy nos toca habitar, insisten en confrontar a quienes consideran adversarios; califican, atribuyen, suponen e imponen lecturas que no necesariamente corresponden a lo que se practica cotidianamente por quienes apenas  pueden enunciar modos comprensivos de lo que les acontece en su espacio de sobrevivencia. Así, en la conformación del sentido que nos da lugar en el mundo, se mezclan de manera azarosa la esperanza, las luchas sociales y la construcción de utopías como modos de resistir lo incomprensible, particularmente las lógicas de destrucción y desaparición de las expresiones consideradas como indeseables o incómodas.

Los diversos escenarios por los que atraviesa la región, obligan a la reflexión y búsqueda de alternativas. También a identificar y ponderar las que ya existen. Así que se busca no omitir elementos que pudieran abonar a la comprensión de cada uno de estos proyectos, pese a las distancias y diferendos que aparecen en el terreno práctico-utilitario de la vida, insistimos en que las vías de la escucha y el diálogo todavía tienen valor en el encuentro y desencuentro de posibilidades de transformación y renovación de los modos sociales de existir.

Por ello proponemos pensar la dimensión de la lucha social desde tres referentes de interés: la utopía, la esperanza y la memoria. No porque de ahí se deriven todos los elementos comprensivos mediante una operación de reducción comprensiva, sino porque en ellos se anclan no pocas determinantes que dan cuenta de los modos de actuación de grupos sociales, de las comunidades y de cada individuo que se implica en esa idea de transformar la realidad. En este contexto no podemos olvidar la presencia de utopías y esperanzas expresadas tanto en versiones religiosas como laicas, los matices no dejan de ser importantes al momento de pensar los procesos en los que se inscriben y los efectos 
que producen, las luchas sociales no pueden en consecuencia fosilizar sus concepciones o actuaciones al amparo de un instrumental teórico que prometa igualdad, liberación, justicia, reivindicación o respeto a la diferencia.

La lucha social en consecuencia, pese a estar determinada por la utopía y la esperanza no puede abandonarse al reducido análisis de los buenos proyectos sociales que combaten a los proyectos malos. La comprensión de lo que acontece exige una apuesta por la vida y no una vida cualquiera, sino aquella que reivindique la re-politización de las existencias, en franco combate a las lógicas que pretenden la imposición de lo impolítico.

¿Cuántas utopías, esperanzas y luchas se juegan en el campo social? ¿Cuántos de los actores son productores de ellas? ¿Cómo se combaten, acuerdan, conviven y coexisten para dar paso a lo que nominalmente nombramos como expresión social?

A partir de lo anterior, se invita a participar como parte del VI Coloquio (Latinoamericano) Construcción Utópica y Lucha Social: Lógicas de la Esperanza y la Memoria como expositores en mesas de diálogo y discusión con distintas temáticas, actividades artísticas y culturales los días 28, 29 y 30 de mayo de 2015. Así mismo, se realizará un pre-coloquio donde se impartirán diversos talleres los días 25, 26 y 27 de mayo de 2015. 



OBJETIVOS Y PARTICIPACIÓN: 

• Generar un espacio de dialogo-análisis donde se expresen diversas utopías que están en la búsqueda de cambiar el estado de cosas, tal como hoy se vive en el escenario social.
• Acercar distintos marcos esperanzadores-utópicos para dar lugar al diálogo y la confrontación de ideas y proyectos.
• Concentrar un conjunto de trabajos que den cuenta del estado en el que se encuentra la proyección de las utopías en el terreno social.
• Realizar una primera valoración sobre el estado que guardan las utopías y esperanzas en Latinoamérica.
• Construir formas de articulación política que permitan el afrontamiento del estado de cosas desde la región latinoamericana.


Temáticas Generales.

• La acción colectiva como catalizador de esperanzas políticas, sociales y culturales.
• Esperanzas políticas, sociales y culturales: confrontación, diálogo y posibilidades
• Historia y memoria: apuestas políticas.
• La lucha social; ¿esperanza?, ¿utopía?
• Micropolítica y emancipación: emocionalidad, subjetividad, cuerpo, arte.
• Esperanzas y derivas en la cotidianidad social.
• Violencia: opresión y potencial transformador.

 

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